
LO QUE DIOS TIENE PARA TI, NO TE LO QUITA NADIE
Ester 2:4, 8 «Y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así. [ … ] Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres. 11
El Propósito Divino en Medio de las Circunstancias. El libro de Ester no menciona directamente el nombre de Dios, pero Su mano está presente en cada página, orquestando eventos para cumplir Sus propósitos. Ester, una joven huérfana de origen judío, fue colocada en el centro de un contexto histórico y cultural complejo. Desde su entrada al palacio hasta su exaltación como reina, vemos cómo Dios prepara, dirige y ejecuta Su plan soberano para bendecirla y, a través de ella, proteger a Su pueblo.
El mensaje es claro: lo que Dios tiene para ti es único, y ninguna circunstancia, oposición o persona puede detener el plan divino para tu vida. Él te ha escogido, y cuando caminas en obediencia, Su gracia y favor te acompañan. Ester es un ejemplo perfecto de cómo la gracia de Dios puede cambiar el curso de una vida.
EL TRATO QUE DIOS TIENE CONTIGO ES ESPECIAL
Ester 2:9 «Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos y alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres. 11
La historia de Ester nos muestra cómo Dios obra incluso en los detalles más pequeños. Aunque fue llevada al palacio entre muchas doncellas, la gracia de Dios la hizo destacar.
Hegai, encargado del cuidado de las mujeres, le mostró un trato preferencial: le dio lo mejor de los atavíos, alimentos y un lugar privilegiado en la casa de las mujeres.
Dios también tiene un trato especial contigo. La Biblia afirma que somos «la niña de Sus ojos» (Zacarías 2:8) y que Su amor y cuidado están dirigidos específicamente a Sus hijos. Este trato especial no es resultado de nuestras habilidades, sino de Su gracia inmerecida. Él te prepara para lo que viene, te equipa con todo lo necesario y te coloca en los lugares adecuados en Su tiempo perfecto.
Confía en que, como hija de Dios, tienes un lugar especial en Su corazón. Cuando enfrentes desafíos o incertidumbres, recuerda que Él está trabajando a tu favor, y lo que tiene para ti no se lo dará a nadie más.
DEBES CONFIAR EN LO QUE DIOS TIENE PARA TI
Ester 2:13 «Entonces la doncella venía así al rey. Todo lo que ella pedía se le daba … »
Ester tuvo la libertad de pedir todo lo que necesitaba para presentarse ante el rey. Este privilegio refleja la confianza que podemos tener al acercamos a Dios. La Biblia dice: «Acercaos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» (Hebreos 4:16).
Cuando confías en Dios, puedes pedir con fe sabiendo que Él proveerá conforme a Su voluntad. Ester no tuvo que preocuparse por los recursos, porque todo lo que pedía le era dado. Del mismo modo, Dios conoce tus necesidades y está dispuesto a suplirlas.
Ora con valentía, confiando en que Dios escucha y responde. Así como Ester tuvo acceso ilimitado a los recursos del palacio, tú tienes acceso ilimitado al poder y provisión de Dios.
DIOS HARÁ DISTINCIÓN EN TU VIDA
Ester 2:15 «Y ganaba Ester el favor de todos los que la veían. 11
La distinción que Ester experimentó no fue producto de su esfuerzo personal, sino del favor de Dios sobre su vida. Ella sobresalió entre muchas mujeres por la gracia divina. Este principio es un recordatorio de que no necesitamos competir por la atención o el reconocimiento de los hombres. Cuando Dios decide distinguirte, Su favor te hará brillar.
No intentes sobresalir por tus propias fuerzas. Permite que el favor de Dios te abra puertas y te lleve al lugar que Él ha preparado para ti.
EL AMOR, LA GRACIA Y LA BENEVOLENCIA SERÁN PARA TI
Ester 2:17 «Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes … 11
El amor del rey hacia Ester fue una manifestación del favor divino. En nuestra vida, este amor, gracia y benevolencia se reflejan en la relación que tenemos con Dios. Él nos ama incondicionalmente y nos muestra Su bondad a diario.
Vive confiada en el amor de Dios, sabiendo que Su gracia es suficiente para suplir tus necesidades y que Su bondad te rodeará todos los días de tu vida (Salmo 23:6).
LA CORONA QUE DIOS TIENE PARA TI
Ester 2:17 » … y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.11
La corona simboliza dignidad, propósito y victoria. Ester fue coronada reina porque Dios había preparado ese lugar para ella desde el principio. Así también, Dios tiene una «corona» para cada uno de Sus hijos: un propósito único, un llamado específico y un destino que glorifica Su Nombre.
La corona no es solo un símbolo físico, sino también espiritual. En Cristo, somos llamados «reyes y sacerdotes» (Apocalipsis 1:6). Él nos otorga honor, nos eleva y nos equipa para cumplir Su propósito.
Camina con la seguridad de que Dios te ha coronado con Su amor y misericordia (Salmo 103:4). No permitas que las circunstancias o la opinión de los demás te hagan dudar de tu identidad en ÉL
Nadie Puede Quitar lo que Dios Tiene para Ti. La historia de Ester es un recordatorio que el plan de Dios para nuestras vidas es inquebrantable. Aunque otros puedan perder sus bendiciones por desobediencia, como ocurrió con Vasti, Dios siempre cumple Su propósito en aquellos que permanecen fieles.
Eres parte de un linaje escogido y Dios te ha dado un lugar único en Su reino. Confía en que lo que Él tiene preparado para ti no lo puede quitar nadie. Camina en obediencia, vive en fe y permite que Su favor te lleve a alturas que jamás imaginaste.
¡Hay una corona esperándote!