1. Realiza actividades de relajación, como la respiración profunda, la oración y la lectura.
  2. Mantén un estilo de vida saludable, incluyendo una alimentación balanceada, ejercicio regular y suficiente descanso.
  3. Identifica las fuentes de estrés y busca formas de reducir o evitar esas situaciones.
  4. Aminora el ritmo de afan en tu vida, no eres una maquina de trabajo, eres un vaso fragil.
  5. Establece límites y aprende a decir «no» cuando sea necesario.
  6. Busca el apoyo de amigos, familiares o incluso un profesional sicólogo, como terapeuta o consejero.