Marcos, 1:15 Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
El Arrepentimiento:
Quiere decir cambio de aptitud, cambio de vida, transformación y cambio de mente. Jesús dijo: si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. Lucas, 13;3 Juan el bautista predicó el arrepentimiento. Pedro le dijo al pueblo: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿Qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos, 2;36-38.
Arrepentimiento: Es un cambio en la manera de pensar y en su corazón brinda una nueva perspectiva de Dios. Cuando se habla de arrepentimiento es un cambio que la persona hace, quien se arrepiente cambia de opinión, es sincero con Dios, pide perdón, y acepta a Jesucristo en su corazón. Hechos, 3;19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” El arrepentimiento genuino es el acto de volverse a Dios reconociéndose pecador. Isaías, 55;7 “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Jesús exhorto al pueblo a arrepentirse, dijo: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo.”
El Bautismo:
Es sumergir a la persona en el agua como símbolo de nacimiento a una nueva vida, por eso Jesús le dice a Nicodemo: que hay que nacer del agua y del Espíritu. La manera bíblica de bautismo es por inmersión, y es solo para los que se han arrepentido y apartado de sus pecados.
- Romanos, 6;4 “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
- Colosenses, 2;12 “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.”
- Hechos, 2;38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
- Hechos, 10; 47-48 “ Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.”
- Gálatas, 3;27 “porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.”
- Marcos, 16;16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
Recibimiento del Espíritu Santo
- Hechos, 2 ;39 “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”
- Mateo, 3;11 “ Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”
- Hechos, 1;5 “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”
- Hechos, 2:1-4 “ Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
- Juan, 3;5 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”
- Juan, 14;26 “ Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Todo aquel que desee heredar el reino de los cielos debe pasar por estos tres principios básicos, como lo son Arrepentimiento, Bautizo y Recibimiento del Espíritu Santo, y sobre todo llevar una vida de santidad delante de la presencia de Dios, ya que sin santidad nadie verá al Señor, solo resta esforzarnos y estar preparados para el día de su segunda venida, o cuando la muerte nos sorprenda poder presentarnos delante de Dios sin manchas y sin arrugas, con nuestras vestiduras blancas.